¿Qué es?

El Tratamiento del Dolor, consiste en un Enfoque Multimodal y Escalonado donde existen múltiples alternativas de tratamiento, como ser: – Analgésicos – Fisioterapia y Cambio de Hábitos – Infiltraciones y Procedimientos Mínimamente Invasivos – Neuroestimulación – Radiofrecuencia – Cirugía del Dolor: bomba de morfina

Escalones del tratamiento del dolor

El Primer Escalón del Tratamiento del Dolor se realiza con medicamento NO opioide, como pueden ser los analgésicos tipo Paracetamol o los Antinflamatorios no esteroideos, aunque existen más medicamentos en este grupo. En general se utilizan para “dolores leves”. El Segundo Escalón del Tratamiento del Dolor se realiza con opioides menores, como pueden ser codeina, dihidrocodeina o tramadol, y no excluye que se pueda tratar con medicamentos del primer escalón. En general se utilizan para “dolores moderados”. El Tercer Escalón del Tratamiento del Dolor se realiza con opioides mayores, como pueden ser la morfina, fentanilo, oxicodona o buprenorfina, y no excluye el uso de medicamentos del primer escalón. En general se utilizan para “dolores severos”. El Cuarto Escalón se define como el tratamiento del dolor mediante “Técnicas Invasivas”. Se aplica a pacientes que con los escalones previos NO hemos conseguido mitigar el dolor de forma importante o al menos suficiente como para mejorar su calidad de vida. En este escalón es donde la Neurocirugía aporta, conjuntamente con los anestesistas, en el tratamiento de estos pacientes. En el Cuarto Escalón se ubican las técnicas de infiltración (en distintas partes del organismo), colocación de sistemas para la infusión de medicamentos epidurales, bloqueos tronculares o de nervios periféricos o neurolisis (con distintas técnicas químicas o con radiofrecuencia). Pero, por último y en casos más rebeldes al tratamiento, se realizan técnicas de infusión de medicamentos intradurales, estimulación medular de cordones posteriores, lesiones quirúrgicas en el Sistema Nervioso Central, o estimulación cerebral profunda para tratamiento del dolor. Estas técnicas son llevadas a cabo por neurocirujanos, aunque la indicación -como hemos comentado anteriormente- es realizarlas conjuntamente con los anestesistas.

¿Qué es una infiltración?

Una infiltración consiste en una inyección que consiste en un pinchazo en una articulación o en el tejido blando periarticular que se encuentran afectados por una inflamación.
Las infiltraciones pueden ser una solución excelente para problemas como la bursitis o la tendinitis o para molestias físicas que impiden que se lleve a cabo con normalidad la vida cotidiana, siendo no solo un alivio, sino una solución para el dolor.
Se pueden llegar a inyectar diferentes sustancias líquidas, como componentes articulares como serían el colágeno o el ácido hialurónico, antiinflamatorios o factores de crecimiento y plasma rico en plaquetas (PRP).
Con las infiltraciones se puede tratar patologías de origen reumático —brotes de artritis, inflamaciones— y de origen traumático, como serían las bursitis, tendinitis, epicondilitis o los atrapamientos nerviosos. Patologías frecuentes como el dedo en resorte, el síndrome del túnel carpiano o el hombro doloroso pueden ser tratadas con ellas.

¿Por qué se realiza?

Las infiltraciones se utilizan para solucionar problemas y dolores articulares o de tejidos blandos como serían los músculos, los tendones.
Estas infiltraciones se pueden aplicar tanto en las zonas interiores de cavidades articulares grandes como la rodilla, la muñeca o el hombro como en los tejidos que la rodean, como los ligamentos o los tendones.
Para hablar de las infiltraciones, se ha de hacer una distinción en función del tipo de enfermedad articular.
– Enfermedad articular degenerativa: son aquellas producidas por el desgaste, como sería el desgaste del cartílago o la artrosis.
– Enfermedad articular inflamatoria: son aquellas en los que la membrana sinovial está afectada, como la artritis.

¿En qué consisten las infiltraciones?

Una infiltración no es más que la inyección de un medicamento en una zona del cuerpo que sufre dolor. Se trata de una técnica sencilla, ya que se puede llevar a cabo de forma ambulatoria, al ser solo necesaria una jeringuilla y condiciones de asepsia —condiciones de higiene— para evitar posibles infecciones.
Una vez inyectado el medicamento en la zona dolorosa, este alarga su acción en la zona.

Preparación para la infiltración.

Una infiltración no requiere de una preparación extensa. El especialista deberá conocer el historial clínico del paciente, así como medicamentos a los que el paciente pueda resultar alérgico.

Cuidados tras la intervención

Una vez realizada la infiltración, el paciente debe mantener en reposo el miembro infiltrado durante las primeras 24 horas, así como tomar el analgésico indicado por el especialista y aplicar frío local durante las primeras horas.

Descripción general

La neurotomía por radiofrecuencia utiliza el calor generado por las ondas radioeléctricas para dirigirse a nervios específicos e interfiere temporalmente en la capacidad de enviar señales de dolor. Este procedimiento también se conoce como ablación por radiofrecuencia.
Las agujas insertadas a través de la piel cerca del área dolorida aplican las ondas radioeléctricas a los nervios específicos. El médico utilizará exploraciones de diagnóstico por imágenes durante la neurotomía por radiofrecuencia para asegurarse de que las agujas estén en la posición correcta.
La neurotomía por radiofrecuencia se usa con más frecuencia para el dolor en la espalda, el cuello y los glúteos (articulación sacroilíaca). También puede resultar útil para el dolor crónico en la articulación de la rodilla o la cadera.

¿Por qué se realiza?

La neurotomía por radiofrecuencia generalmente es realizada por un médico que se especializa en el tratamiento del dolor. El objetivo es reducir el dolor crónico de espalda, cuello, cadera o rodilla que no ha mejorado con medicamentos ni con fisioterapia, o cuando no es posible realizar una cirugía.
Por ejemplo, el médico podría recomendar el procedimiento si tienes un dolor de espalda que:
– Afecta a uno o ambos lados de la región lumbar.
– Se extiende a los glúteos y muslos (pero no por debajo de la rodilla).
– Empeora si giras o levantas algo.
– Mejora cuando estás recostado.

La neurotomía por radiofrecuencia también podría recomendarse para tratar el dolor de cuello asociado al latigazo cervical.

Riesgos

Los efectos secundarios son los siguientes:
– Entumecimiento temporal
– Dolor temporal en el sitio del procedimiento

En raras ocasiones, pueden presentarse complicaciones más graves, que incluyen:
– Sangrado
– Infección
– Daño en los nervios

Cómo prepararse

Para determinar si eres un buen candidato para la neurotomía por radiofrecuencia, el médico te puede derivar a un especialista en dolor o pedirte más pruebas.
Por ejemplo, te pueden realizar una prueba para determinar si los nervios a los que se dirige el procedimiento son los mismos nervios responsables de tu dolor. Se inyecta una cantidad pequeña de medicamento anestésico en los puntos precisos donde se insertarán las agujas de radiofrecuencia. Si el dolor disminuye significativamente, es posible que el tratamiento de radiofrecuencia en esos puntos te ayude.
Sin embargo, el médico puede determinar si es necesario un procedimiento diferente para ayudar a tus síntomas específicos.

Lo que puedes esperar

Antes de la neurotomía por radiofrecuencia dile a tu médico si tomas medicamentos anticoagulantes. Es posible que tengas que dejar de tomarlos durante un tiempo antes del procedimiento.

Sigue estos pasos:
– Pídele a otra persona que te lleve a casa.
– Toma los medicamentos necesarios solo con líquidos claros y hazlo lo más temprano posible. No tomes medicamentos durante dos horas antes de la cirugía.
– No fumes ni utilices productos a base de tabaco el día del procedimiento.

Durante la neurotomía por radiofrecuencia la neurotomía por radiofrecuencia es un procedimiento ambulatorio, por lo que podrás irte a casa más tarde ese mismo día. Deberás ponerte una bata hospitalaria y recostarte boca abajo en una camilla para radiografías. Te colocarán una vía intravenosa en el brazo o en la mano a fin de administrarte medicamentos para que estés cómodo durante el procedimiento. Te inyectarán medicamentos anestésicos en la piel antes de colocar las agujas de radiofrecuencia.
El médico utilizará una unidad radiográfica especial (fluoroscopio) para ubicar las agujas de radiofrecuencia con precisión, de manera tal que solamente se trate el tejido nervioso objetivo.
Después de la neurotomía por radiofrecuencia Te trasladarán a otra habitación para que descanses hasta que te sientas listo para regresar a casa. Es posible que sientas dolor en el área donde se insertaron las agujas, pero este suele desaparecer en uno o dos días.
Cuando llegues a tu casa: – Utiliza una compresa helada sobre el sitio de las inyecciones si sientes alguna molestia. Durante el primer día de la recuperación, coloca la compresa tres o cuatro veces por 20 minutos sobre el punto dolorido. – No uses una almohadilla térmica sobre el sitio de las inyecciones. – Evita los baños de inmersión durante dos días. Puedes darte una ducha con agua tibia 24 horas después del procedimiento.